La artritis reumatoide es una enfermedad inflamatoria crónica con daño articular progresivo, que en muchos casos conduce a una discapacidad permanente. Los medicamentos recetados y los cambios dietéticos saludables y las modificaciones en el estilo de vida ayudan a las personas a llevar una vida feliz. Además, varias especias y suplementos ayudan a reducir la respuesta inflamatoria de la misma. Uno de ellos es la cúrcuma.
Durante 5000 años en la medicina ayurvédica y china, la cúrcuma ha ayudado a tratar la artritis. La curcumina, activo presente de la cúrcuma muestra efectos positivos en el tratamiento de la artritis reumatoide. La curcumina tiene propiedades antibacterianas, antivirales, antifúngicas, anticancerígenas, antiinflamatorias y antioxidantes. Estas propiedades pueden reducir el riesgo de enfermedades malignas y otras enfermedades crónicas como la artritis reumatoide.
Los valores nutricionales de la cúrcuma son: Es rica en vitamina C, vitamina B6, manganeso, hierro, potasio, ácidos grasos omega-3 y fibra dietética. Además, posee excelentes propiedades antioxidantes que reducen el riesgo de complicaciones graves de salud como enfermedades cardíacas o diabetes.
La artritis reumatoide es una enfermedad autoinmune en la que el sistema inmunitario del cuerpo ataca por error a sus células sanas en lugar de protegerlo.
Inicialmente afecta las articulaciones más pequeñas, progresa hacia las articulaciones más grandes y, en última instancia, afecta los órganos internos del cuerpo, como el corazón, los riñones, los pulmones, los ojos y la piel. Sin el tratamiento adecuado, los huesos y cartílagos traduciéndose en tendones y ligamentos debilitados. Como resultado, los pacientes sentirían rigidez, fatiga constante, fiebre, pérdida de peso, articulaciones hinchadas y sensibles y nódulos reumatoides debajo de la piel.
Cúrcuma para la artritis reumatoide. La curcumina proporciona cualidades curativas. Además, los estudios muestran que las propiedades antiinflamatorias ejercen una actividad antirreumática benéfica para este padecimiento.
La curcumina trabaja para combatir la artritis reumatoide al bloquear las enzimas inflamatorias y las citoquinas. Por lo tanto, se dirige a células inflamatorias específicas y bloquea ciertas enzimas que conducen a la inflamación de la artritis reumatoide.
La artritis reumatoide es incurable, lo cual es una razón importante por la que se vuelve esencial que las personas que padecen esta enfermedad tomen las decisiones correctas para prevenir la progresión y las complicaciones que conlleva y la cúrcuma es el suplemento natural antiinflamatorio por excelencia.