
Las infecciones por hongos pueden ser un problema grave para muchas mujeres, causando malestar y trastornos en su vida diaria y afectando su autoestima y sus relaciones. Las infecciones fúngicas suelen ser fáciles de tratar, pero si padeces infecciones por levadura de manera recurrente, es importante tomar acciones contra la cándida.
¿Qué es una candidiasis?
Una candidiasis vaginal es una infección por hongos que causa irritación, malestar, secreción inusual o abundante y picazón intensa en la vagina y la vulva (los tejidos en la abertura vaginal) y puede involucrar los siguientes síntomas:
El 70% de las mujeres experimentarán una candidiasis en su vida y muchas experimentarán infecciones por hongos recurrentes con síntomas que regresan al menos tres veces al año y algunas sufrirán de infecciones por hongos crónicas, en las que los síntomas regresan inmediatamente después del tratamiento.
Las candidiasis recurrentes y crónicas pueden tener un gran impacto en tu calidad de vida. Muchas personas informan que las infecciones crónicas por hongos afectan la autoestima, tus relaciones y tus actividades diarias.
¿Qué causa las infecciones por hongos?
Las infecciones por hongos son causadas por un crecimiento excesivo de un hongo llamado cándida albicans; las investigaciones arrojan que una candidiasis es el resultado de un microbioma vaginal alterado.
Esta alteración puede ser provocada por antibióticos, diabetes, medicamentos inmunosupresores o cambios hormonales. Los cambios hormonales a su vez ocurren comúnmente por la menopausia, el embarazo, el uso de anticonceptivos y la actividad sexual. En un microbioma vaginal alterado, las bacterias vaginales protectoras conocidas como Lactobacilli se reducen en número. Los lactobacilos trabajan para protegerlo de la cándida que crece fuera de control al producir ácido láctico que crea un ambiente desfavorable para este hongo. Entonces, cuando esta población protectora de microbios lactobacilos se interrumpe, se manifiesta la candidiasis.